Los cambios y la evolución de las ciencias, que caracterizan al mundo contemporáneo, hacen necesaria una renovación y actualización de los contenidos matemáticos por enseñar, a fin de moderar la creciente separación entre ciencia y escuela que dichos cambios producen.
En la actualidad, la Matemática se concibe como una ciencia dinámica, viva, en constante evolución, con amplio margen para la intuición y la creatividad. Esta última consideración tiene importantes repercusiones en la enseñanza y en el aprendizaje de la disciplina, en tanto supone que en la construcción del conocimiento matemático pueden manifestarse peculiaridades de los
individuos. Por tal motivo, es indispensable que profesores y estudiantes revisen en el aula sus creencias y concepciones de carácter epistemológico y didáctico, puesto que estas influyen decisivamente en el abordaje de las estructuras curriculares y en la práctica docente.
A fin de lograr el perfil requerido, los estudiantes deberán incorporar o fortalecer los procesos típicos del pensamiento matemático, para lo cual se enfatizará el conocimiento y empleo de estrategias de resolución de problemas.
Asimismo, los futuros docentes mostrarán dominio de contenidos disciplinares y solvencia en la aplicación de principios didácticos que les permitan organizar la tarea de enseñanza en función de grupos, instituciones y características socio-comunitarias. En consecuencia, la formación del futuro docente jerarquizará la búsqueda de ejes de articulación e integración entre contenidos y métodos, conocimientos y procedimientos, saberes científicos y saberes pedagógicos.
La preparación del profesor en Matemática contemplará una concepción de los contenidos como construcción didáctica y un acabado conocimiento de las condiciones de apropiación del conocimiento matemático, como base para la adecuación de la enseñanza a los requerimientos específicos de los diferentes conceptos matemáticos.